Sus cuentos son metáforas que traslucen avatares humanos
Unos minutos después de las diez de la mañana, los restos de Juan José Arreola llegaron al Paraninfo Enrique Díaz de León de la Universidad de Guadalajara. Con cinco guardias de honor, autoridades del gobierno del estado de Jalisco, de los poderes Judicial y Legislativo, municipales y de esta Casa de Estudio, así como familiares y amigos, le realizaron una ceremonia luctuosa.
La primera guardia estuvo presidida por el maestro Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, gobernador del estado; el maestro Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, rector general de la UdeG; el maestro Roberto López Lara, secretario general de gobierno y el magistrado Luis Carlos Vega Pámanes, presidente del Supremo Tribunal de Justicia.
En la segunda estuvieron miembros del Consejo de Rectores de la UdeG; en la tercera, personal de la Secretaría de Cultura y el Ayuntamiento de Zapotlán; en la cuarta, la familia Arreola Sánchez y en la quinta repitieron los funcionarios; también ingresó el escritor y catedrático Hugo Gutiérrez Vega, doctor Honoris causa por la UdeG.
Estudiantes, académicos y público en general se reunieron en la Rambla Cataluña y el edificio de Rectoría General, quienes presenciaron lo que ocurría en el paraninfo universitario. El primero en tomar la palabra fue el doctor Juan Manuel Durán Juárez, director de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco “Juan José Arreola”, quien destacó que el homenajeado, autor de Confabulario y La Feria, perteneció a una generación de intelectuales jaliscienses cuya obra logró “que la experiencia pueblerina fuera universal”.
Subrayó el binomio de la biblioteca pública, con 154 años y que resguarda la memoria de los jaliscienses y el mundo; y de Arreola, amante de la memoria, del conocimiento, los libros y para quien la mejor manera de aprender era enseñar.
La segunda en tomar la palabra fue la doctora Silvia Eugenia Castillero, directora de la revista Luvina de la UdeG, quien calificó como “maestro” a Arreola. Resaltó su facilidad para narrar, para construir reinos, para cantarle a la metamorfosis y crear personajes de los cuales el primero fue él mismo. Dijo que “sus cuentos son metáforas que traslucen los avatares humanos”.
El Rector General de la UdeG entregó la bandera de esta Casa de Estudio a Orso Arreola, hijo del homenajeado. Luego, los restos del escritor fueron trasladados a la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.